miércoles, 12 de septiembre de 2007

De Pasar la vida
Mira, somos
iguales que antes...
Mira,
somos iguales que antes,
cuando dijimos
que nos queríamos
Sólo los otros,
ahora,
son diferentes.
Mira el alma
y no añores.
No cambies, nunca, el ayer
por el hoy.
Deja el ayer, en su sitio,
bien como está.
(No le quites tampoco,
la piel del recuerdo).
Es natural
que así sea este júbilo
de saber hasta dónde,
la vida,
nos conmueve.
Mira,
qué pronto,
los árboles crecieron
en la casa.
Cómo tuvimos que podar
los sueños, para que la luz
entrara,
de lleno.
Raúl Aráoz Anzoátegui
En esta poesía Anzoátegui muestra la importancia que tienen los recuerdos, los sueños y el respeto por estos. Da a entender que aunque existan conflictos que nos frenen en la vida hay que superarlos y seguir adelante. Hay que vivir el presente no el pasado.
También, en la última estrofa, expresa "Como tuvimos que podar los sueños..." y se refiere a que todos tenemos un fin u objetivo previsto para nuestra vida, un sueño, pero que no siempre puede concretarse, y aunque esto ocurra, debemos continuar.

domingo, 9 de septiembre de 2007

La Mano



Raúl Aráoz Anzoátegui siempre admiró a su padre, don Ernesto M. Aráoz (1891-1971), y dedicó hermosas páginas al singular escritor.
En esta poesía, "La mano",Raúl hace referencia a su padre como un escritor constante y dedicado.
Anzoátegui recuerda a su padre en su memoria, le agradece y le tiene respeto por haberle dado la vida.
"Mi padre fue un directo incitador de mi vocación, un animador de mis escarceos literarios. El era un escritor de raza pero repartió su tiempo entre la política y la literatura con el resultado que la primera se tragó a la segunda. Esto le impidió vertebrar una producción literaria constante. Su "Diablito del Cabildo" me parece un texto muy logrado junto a alguno de sus relatos", pondera Aráoz.

entrevista a Anzoategui

Exclusivo para Arte-Par

Entrevista a Raúl Araoz Anzoategui poeta Salteño de gran trayectoria a nivel nacional e internacional por Jaro Godoy, exclusivo para Arte-Par.

Salta 27 de Marzo de 2004. JG se encuentra en Limache provincia de Salta en la casa de un maestro de la palabra, un poeta que a trascendido las fronteras de su provincia y su país con sus poemas que han sido traducidos al ingles y al portugués y han merecido en la carrera de este escritor premios varios entre ellos la nominación al konex del año 1984.

JG:- ¿Piensa usted que la poesía le a devuelto algo de todo lo que usted le a dado?
RAA: - Me a devuelto todo, no hice otra cosa en mi vida con mas seriedad, si el éxito o no depende de esta disciplina o esta vocación, bueno eso ya esta librada un poco al destino, creo que depende de cómo se mueva la poesía en el futuro, creo que hay cosas que se hacen en nombre de la poesía y no creo que tengan nada que ver con la poesía. Es la evolución de las ideas y no se sabe si dentro de muchos años mi poesía, va a subsistir o no, creo que en una generación son muy pocos los que subsisten, pretender tener esta duda es ya una forma de vanidad, eso ya lo dejo librado al destino, yo hice lo que pude, lo que venga no creo que sea bueno ni malo.La poesía me a dado los momentos mas intensos de mi vida, de la poesía no he vivido nunca, pero me a enriquecido mucho mas que todos los trabajos que hecho en mi vida.Al contrario mucho de mis libros los he publicado con plata de mi bolsillo, empezando con el primero como me decía usted en la charla previa a esta entrevista, solo que cedí los derechos a "la carpa" por los compromisos asumidos con anterioridad por el librero Omar estrella.

JG:-Hablando de "La Carpa", usted formo parte de ese movimiento cultural denominado así, recuerdo que en una entrevista usted dijo: "que era necesario construir un lenguaje nuevo" ¿Piensa usted que las nuevas corrientes poéticas especialmente de Salta, están en ese camino, están construyendo un lenguaje nuevo?.
RAA:- La Carpa es la culpable es por que movió el avispero pero creo que insistir en una postura como la de La Carpa es detenerse en un momento dado de la evolución, la poesía como todo arte esta condicionado por el clima que nos rodea, por las cosas que uno vive si no también por el tiempo, y de la carpa hacen mas de 50 años, pienso que por reacción y eso es lo que quería explicar esa reacción a la carpa a dado motivo a una generación que han hecho una excelente poesía, Santiago Silvester, Jacobo regent, Walter Aded.
Creo que la carpa dio motivos para que la gente siga peleando, nosotros decíamos que la poesía tenia conciencia,como decía Raúl Galán nace en el romance entre nosotros y ella.Ese grito tan infundido y de lucha y de juventud nos incentivaba a nosotros y sigue incentivando a que la gente siga buscándose.Pero donde mas se noto la influencia fue en el folklore Salteño a partir de Castilla y otros que con sus letras renovaron una estética,y en música la revolución sin duda fue el Cuchi Leguizamon, que fue el Astor Piazolla con sus creaciones inolvidables, el sacudió el árbol para que cayera la fruta madura.

JG:-¿ Cree usted que en estos tiempos de tanta cultura liviana sigue valiendo la pena escribir poesía, sobre todo cuando la gente lee tan poca poesía?.
RAA:- Si creo que si, la poesía es muy respetable, esos son movimientos de flujo y reflujo, no me alarma si después de tantos años todavía se recuerdan las coplas de Manrique o el madrigal de Gutiérrez Cetina, inclusive poetas execrables en algún momento como Góngora de pronto aparecen como la luz que ilumina a toda una generación cuando hablábamos de la generación del 27 en España, de pronto pasa a primer lugar un poeta que desde chicos a nosotros nos enseñaban que era un vicio dentro del arte de la poesía.

JG:- ¿Que opina del camino que le a tocado recorrer si pudiera retroceder, volvería a pisar las mismas piedras?.
RAA:- Si seguro que si, por que lo hice, no me quiero jactar de honesto por uno nunca es honesto hasta ultima instancia, yo he tratado de hacerlo, debo haber cometido algunos errores hasta ideológicamente o no, pero lo que me marco la vida es lo que fui haciendo, y entre las cosas que me marco la vida fue mi mujer Renee por eso le dedico ese tono "Por tantos duros y hermosos años".

JG:- ¿Le queda alguna cuenta pendiente con la poética o la literatura?
RAA:- No, no me quedan cuentas pendientes, creo que ya di lo que pude, es decir mis libros son pocos pero fueron intensos, por ejemplo ese libro que usted tiene "Pasar la vida" (tercera edición) son pocos poemas, fue un libro mas largo ,pero lleva diez años de ir sacando lo que yo pensaba que estaba de mas, tiene dos elegías al final una a mi padre y otra a mi madre, pero los poemas de "Pasar la vida" son poemas de amor que se fueron puliendo con los años, por ejemplo "nunca pensé que a la vida" es un poema que después de un tiempo veo que casi no tiene adjetivos pero no lo hice premeditadamente si no hubiera hecho algo acartonado y creo que eso no le resta calidez al poema.

JG:- Puede parecer redundante mi pregunta, pero ¿cómo ve la poesía actual, la ve con los mismos ojos con los que escribió su primer libro?
RAA:- Creo que hay muy pocos de los poetas que entiendo yo de los que están en vigencia, uno de ellos se nos acaba de ir, Gianuzzi , el era uno de los pocos poetas que rescato, maneja la ironía, es tremendista, es un necrofilia la poesía de G pero se salva por que es un hombre que tiene la habilidad de manejarlas con tanta gracia y una mirada tan amplia.

JG:-Con respecto a la muerte ¿Le obsesiona la idea de la muerte?
RAA:- Si bueno, creo que debe ser un paso muy difícil, tendría que enfrentarme para ver si me aterroriza o no, por el momento vivo tranquilo,no vivo pendiente de mi muerte, que ya debe estar muy próxima por que después de los ochenta, la vida ya no se mide por décadas o ingenio si no por meses, días, horas, y uno no sabe cuanto le queda pero para mi me queda mucho todavía, es decir le disimulo a la muerte, no quiero meterme mucho con la muerte, es una forma de temor posiblemente, el día que la enfrente no se a lo mejor me agarro un julepe bárbaro, no se, la muerte la sentí muy cerca con la muerte de mis padres, mis hermanos, de mi mujer ahí si me hizo afligir.

JG:- ¿Como definiría usted a Raúl Araoz Anzoategui?
RAA:- Como un simple mortal que tuvo la dicha de encontrar un agua mansa, no aguas tremendamente turbulentas que es la poesía, no me creí inferior ni superior a nadie, creo que todo esta en el esfuerzo que yo le haya dedicado y si ese esfuerzo es valido o no lo dirá el resultado de lo que uno a escrito o hecho en la vida, que todavía no se que destino tiene lo que yo haya hecho,no se si estoy recién empezando, si lo estoy ya se me acabo el tiempo.

JG:- Maestro, a sido un gran placer haber compartido estas horas y su inmensa hospitalidad, espero poder volver a visitarlo muy pronto.
RAA:- Le agradezco a usted esta entrevista, y desde ya las puertas de mi casa están abiertas, sabe que..
yo soy un miedoso no me atrevo a ser rotundo, si usted me pregunta si estoy orgulloso, me levanto a la mañana y estoy conforme pero a las dos horas ya no,siempre me miro para adentro, creo que esa mirada que tiene usted y yo le agradezco mucho, puede ser falsa, tanto como yo en mis palabras, y en mis apreciaciones,tendríamos que vivir en una de esas pensiones de estudiante durante varios meses para saber realmente si soy como soy o me hago.
Yo haría como decía Castilla si yo empezara a escribir empezaría a escribir distinto y eso que hizo muy buena poesía. En fin ahora mi vida pasa por mis seis hijos, mis 24 nietos, y un bisnieto, es esta le mejor poesía que he hecho en toda mi vida.

Su vida y obra



Es uno de los escritores más prestigiosos de la provincia. Nació en 1923; pertenece a la llamada generación del 40. Muy joven aún formó parte de La Carpa, movimiento cultural originado en Tucumán, que abarcó Salta, Jujuy y Santiago del Estero.
Como lo expresa el mismo Aráoz Anzoátegui en una nota publicada en el diario Clarín de Buenos Aires, el 31 de octubre de 1948: "el movimiento de La Carpa fue uno de los que se particularizó por su extraordinaria cohesión y envergadura". Participó en la Muestra colectiva de La Carpa (1 944) con María Adela Agudo, Julio Ardiles Gray, Manuel J. Castilla, María Elvira Juárez, Raúl Galán, José Fernández Molina, Nicandro Pereyra y Sara San Martín.




Es autor, entre otros libros, de Tierras altas, con el que obtuvo en 1946 el Primer Premio Regional de Poesía; Rodeados vamos de rocío, poemas; Pasar la vida, poemas; Poemas hasta aquí; Antología. Panorama poético salteño (estudio preliminar selección); Tres ensayos de la realidad; Confesiones menores, poemas; Por el ojo de la cerradura, ensayos y otras reflexiones.




Raúl Aráoz Anzoátegui ha ocupado diversos cargos en ámbitos culturales, en Salta y Buenos Aires adonde vivió varios años. Su actuación fue vastísima.

Ha integrado numerosos jurados literarios provinciales y regionales. Realizó también actividades editoriales en su propia imprenta: Ediciones Limache.
Recibió importantes premios y distinciones por su labor literaria. Ha sido traducido al inglés y al portugués.



El poeta estuvo casado 55 años con doña Renée Reyes, mujer extraordinaria por su don de gente. Siempre juntos, viajaron por el mundo; se los veía en actos culturales, caminando las calles de la ciudad o en el café, hasta 2000 cuando ella muere llenando de congoja a cuantos la habíamos tratado.



Su solariega casa de Limache, "la casa del poeta y de la Renée", siempre hospitalaria, es visitada por importantes figuras de las artes.


El escritor tiene siempre a flor de labios interesantes anécdotas, ya familiares o recabadas de tantos años de vida fecunda y de sus "mocedades", de cuando con otros poetas recorrían noctámbulos las calles de Salta. De algunas de ellas deja constancia en su libro Por el ojo de la cerradura; "desandar años y volver a recorrerlos", como él mismo lo expresa en el libro citado.



Raúl Aráoz Anzoátegui dedicó hermosas páginas a su padre, don Ernesto M. Aráoz (1891-1971), singular escritor autor, entre otros títulos, del libro El diablito del cabildo; la edición de 1991, facsímil de la primera, con notas manuscritas del autor, cierra, como colofón La mano , poema de Raúl Aráoz Anzoátegui en homenaje, de puño y letra, a su padre.




En 1971 el autor reune en ``Tres ensayos de la realidad'', textos que dan cuenta de algunas "coincidentes preocupaciones" puestas en texto "por un escritor del interior del país [...] en procura de transferir su experiencia a través de una visión proyectada a un programa más amplio", según manifiesta en el prólogo a esa edición. Esta aclaración es, en realidad, una viñeta para toda la extensión de su escritura, y no sólo la ensayística, pues matiza la incesante y permanente búsqueda de un escritor preocupado por su país, su región y, más ampliamente, el arte.




El ensayista no abandona nunca ese lugar de enunciación y, a través del tiempo, sigue dando forma a un proyecto político para la cultura nacional, orientado a modificar los vicios que perpetuamos desde los comienzos mismos de esa formación. Preocupado por ello, como muchos intelectuales del siglo lo marcaran (en la línea de un Mastronardi o un Martínez Estrada), Aráoz indaga durante los '80 para recalar, casi prioritariamente, en las fallas del sistema educativo formal e informal, desde donde "se nos enseñó un cúmulo de tradiciones contrapuestas" que sólo conducen a desorientar, confundir y disolver al conjunto de la nación, adelantando, hace ya más de dos décadas, su resistencia a las políticas económicas del capitalismo, pues observa con preocupación que toda esa falta de atención ocurre "mientras [...] los imperios actuales, en su voracidad [...] espían nuestros errores y debilidades y los vacilantes piensan de qué lado de ese universo van a acomodar sus ideologías...".